Las curvas del baile

La experiencia acumulada en la enseñanza muestra la existencia de una serie de fenómenos que ocurren comúnmente en el proceso de aprendizaje de cualquier disciplina, también en el baile:

  • La curva de aprendizaje.

  • El efecto Dunning-Kruger.

La curva de aprendizaje en los bailes sociales

Cualquiera que sea el tipo de baile, el camino del aprendizaje es más largo y más difícil para los leaders. Ellos tienen mucho más de qué preocuparse que sus contrapartes followers:

  • Pasos/combinaciones.

  • Conducir y dirigir a su compañera.

  • Mantener el ritmo.

  • Escuchar (creativamente) la música.

  • Observar a otras parejas en la sala (para no toparse con nadie).

  • Tomar decisiones al mismo tiempo y decidir con suficiente anticipación qué hacer a continuación.

Curva de aprendizaje de baile en pareja

Al principio, aprender a bailar durante la primera fase, el llamado “infierno de los principiantes“, ese punto donde no se puede recordar mucho más allá de los pasos básicos, puede ser muy desalentador. Las primeras etapas del desarrollo del líder disuaden a muchos recién llegados. Las responsabilidades del líder son mayores a la del seguidor y esto hace que los dos componentes de la pareja de baile tengan diferentes curvas de aprendizaje. Para ilustrar esto, existe un gráfico popularmente extendido que da una buena idea de los niveles de progresión.

Es una representación muy simplista y generalizada (no necesariamente exagerada) de las curvas de aprendizaje reales, pero parece correcta la idea básica de que las mujeres mejoren más rápido al principio que los hombres.

La progresión

El eje X representa el tiempo y el eje Y representa el nivel de baile. Cuanto mayor sea el nivel, mejor será el bailarín. Como se puede ver, la mujer progresará a un ritmo uniforme. Esto no significa que sea mejor o más dedicada, sino que los hombres tienen una mayor responsabilidad y mucho más que aprender al principio. A esto se le llama “el infierno del principiante” de los hombres.

Los líderes tienden a tardar más en desarrollarse, por lo que si estás aprendiendo como líder, prepárate para ajustar tus expectativas con respecto al tiempo y la cantidad de trabajo que necesitarás invertir. Independientemente del rol, se necesitará la intención y el esfuerzo para mejorar.

Si el hombre puede superar el “infierno del principiante“, puede conquistar casi cualquier cosa que se proponga. Todo lo que se necesita es paciencia y mucha práctica. Esta fase puede durar más o menos dependiendo del tiempo y el esfuerzo invertido. Cuanto más hagas, más rápido progresarás.

Como se muestra en el cuadro, dado que la mayoría de las mujeres progresan inicialmente a un ritmo más rápido, en esta fase preferirán bailar con hombres que estén en su mismo nivel o, en otras palabras, hombres que han estado bailando durante un período de tiempo considerablemente más largo. Con el tiempo, las alumnas comienzan a estabilizarse en cierto punto, en el que no sienten que están progresando o mejorando. Para superar esta meseta, necesitan comenzar a hacer algunos cambios radicales como empezar a perfeccionar los estilos que embellecen el baile, unirse a un equipo de baile o incluso comenzar a competir. También se pueden tomar otras formas de baile para obtener ideas y desarrollar la creatividad.

La mejor manera de aprender es comprender tu tipo o estilo de aprendizaje y encontrar instructores que puedan enseñarte a ese estilo. Debes poner en práctica de inmediato lo que aprendes, salir con frecuencia y bailar con tanta gente como sea posible. Baila con el espectro completo de personas, desde principiantes hasta bailarines avanzados. Practicar con poca frecuencia significará que probablemente olvidará lo que aprendió. Bailar con una sola persona significará que no desarrollarás un verdadero sentido de la comunicación entre las parejas de baile y, como resultado, no podrás bailar con nadie más. Bailar con personas de diferentes niveles te ayudará a crecer más rápido.

Tus probabilidades de éxito aumentan cada vez que lo intentas.

John Nash

Expectación

Progresión real

El Efecto Dunning-Kruger en el baile

El Efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo que se da durante el aprendizaje de cualquier habilidad según el cual, una vez alcanzado un mínimo de nivel, los individuos sufren de un efecto de superioridad ilusorio, sobreestimando sus capacidades y sobrevalorando su habilidad por encima de la realidad. Este sesgo se explica por una incapacidad metacognitiva del sujeto para reconocer su propia ineptitud. Sin embargo a medida que va aprendiendo, la tendencia es la contraria, se da cuenta de que le queda mucho por aprender y subestima su nivel real. Lo curioso es que aun alcanzando el nivel experto, aunque sabe que tiene más nivel que la mayoría, se sigue subestimando.

Aplicado al baile, los bailarines con escasa habilidad o conocimientos pueden sufrir un sentimiento de superioridad ilusorio creyendo que son mucho mejores de lo que realmente son y que puede hacer que sobreestimen sus habilidades en el baile y dejen de progresar. Esto explica por qué las clases de nivel intermedio a menudo se pueblan de gente que no está preparada para ellas. Este efecto también afecta a los bailarines avanzados, que pueden infravalorar su talento y no valorarse como realmente son.

El efecto Dunning-Kruger es a menudo mal entendido: no dice que todos crean que son mejores de lo que realmente son, o mejores que todos los demás. De acuerdo a Dunning y Kruger, todos nos creemos que somos mejores que la media de nuestro nivel.

En ningún momento los gráficos de Dunning-Kruger indican que, en promedio, los aficionados más o menos avanzados se considerarían mejores que los expertos. Los menos buenos simplemente sobrestimarían el nivel de algunas de sus habilidades más que los mejores. Esta diferencia entre la clasificación que esperan de sí mismos los participantes y la clasificación real disminuye a medida que aumenta su desempeño, de modo que los mejores incluso se subestiman ligeramente a sí mismos.        

Por lo tanto, según estos resultados, válidos para el baile, es de esperar que los bailarines que tienen menos competencias la sobrevaloren y se crean muy por encima de la media para su nivel. Sin embargo, los bailarines altamente cualificados saben que son más hábiles que otros grupos, pero no entienden lo buenos que son y subestiman cuánto mejor son en realidad. A medida que van aumentando las competencias el/la bailarín/a reduce la sobrevaloración de sus propias competencias llegando para el experto a minusvalorarlas.

El efecto Dunning-Kruger te hace sobrestimar tu propia habilidad solo cuando no estás capacitado en algo, lo que significa que a medida que mejoras tus habilidades, también obtendrás una noción más precisa sobre lo que significa la habilidad y lo bueno que eres tú mismo. Luego, a medida que se acerque a la maestría real, el efecto será el opuesto: dado que el baile resulta fácil para usted, asumirá que también lo es para el resto (efecto de falso consenso).

Los bailarines y el efecto Dunning-Kruger. Baile y ciencia.

En un nivel más profundo, podemos especular sobre por qué nuestras mentes están retorcidas de esta manera. Supongo que el efecto Dunning-Kruger está ahí para ayudarnos a mantener el espíritu cuando aprendemos cosas nuevas, en lugar de simplemente rendirnos después del primer intento.

El efecto Dunning-Kruger en el baile se traduce a menudo por el hecho de que “uno nunca se equivoca”, que es siempre la pareja (ya sea hombre o mujer) la que se equivoca, la que es incompetente. Aceptar con humildad nuestro nivel real de incompetencia o competencia demuestra madurez en el baile y permite progresar. Pero aún con todo, ¿no resulta divertido saber que la mayoría de tus amigos bailarines son incapaces de evaluar con precisión sus propias habilidades de baile? 

La ignorancia frecuentemente engendra más confianza de lo que lo hace el conocimiento.

Charles Darwin

Un reto

Llegados hasta aquí y visto todo lo anterior, ¿serías capaz de establecer la relación que existe entre la curva de aprendizaje y las curvas de Dunning-Kruger en el baile?

Todo empieza con una idea. Tal vez quieras comenzar un negocio o convertir un pasatiempo en algo más. O bien, es posible que tengas un proyecto creativo para compartir con el mundo. Sea lo que sea, la manera en la que cuentes tu historia online puede marcar la diferencia.

No te preocupes por sonar profesional. Suena como tú. Hay más de 1500 millones de sitios web, pero tu historia es lo que lo diferencia del resto. Si vuelves a leer las palabras y no oyes tu propia voz en la mente, es una señal de que aún tienes mucho trabajo por hacer.

Sé claro, ten confianza y no lo pienses demasiado. La belleza de tu historia es que continuará evolucionando y tu sitio evolucionará con ella. Tu meta debe ser que sea correcto para el momento. Más tarde, funcionará solo. Siempre es así.

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Leaders y followers